Capítulo 974
Aniquilación
Leylin conocía el principio del intercambio igualitario. Sin embargo, al ver algunos de los trucos que Sombra Distorsionada había hecho a escondidas, se quedó de mal humor.
En ese momento, decidió descargar toda su ira sobre los intrusos. La luz de teletransporte brilló y el cuerpo de Leylin desapareció. En cuanto a los intrusos de las diferentes partes de la ciudad flotante, ¡estaban a punto de conocer a su creador!
……
El campo arcano era un completo caos.
Al gólem de metal le faltaba un trozo enorme de cabeza y tenía el brazo derecho arrancado. En cuanto al núcleo de energía, dejó de funcionar por completo.
Aunque permanecía inmóvil, su cuerpo seguía irradiando una sensación malévola y peligrosa, que infundía miedo en los corazones de los demás.
«Pant…Pant… Gracias». El legendario paladín estaba medio arrodillado en el suelo, en medio de un charco de sangre. Estaba gravemente herido.
«Tos…Tos… Salvar a alguien de morir y desterrar el mal… Tos tos… Es para lo que hemos nacido…». Este era el monje de antes, pero sus heridas eran mucho más graves. Su pecho ya había perdido un enorme trozo de carne, y la sangre manaba de sus labios sin cesar.
Incluso con los constantes hechizos de curación, era imposible restaurar su cuerpo a un estado de lucha.
«La ciudad flotante es realmente así de fuerte… Sólo un golem de metal y es tan problemático…». El paladín suspiró, todavía con aprensión en los ojos.
Antes había librado una batalla amarga y perdida contra el gólem. De no ser por la repentina aparición del monje, que utilizó su duro cuerpo para encajar la mayoría de los golpes, habría muerto hace mucho tiempo.
«Eh, eh… ¿Y yo? Por qué no me has dado las gracias…» La cabeza de cristal del lich esqueleto empezó a parlotear.
Bajo un peligro extremo, dejó atrás todas las rencillas del pasado y optó por aliarse con los otros dos. Tras una ardua batalla habían vencido, pero este demonio no tuvo suerte, pues sólo quedó con la cabeza intacta.
En ese momento, el paladín apretó los dientes y se levantó antes de acercarse. «¡Destierra todo el mal!»
«¡Maldita sea! Éramos aliados hace unos instantes, ¿cómo puedes dar la cara?». El lich empezó a gemir: «Ayuda… Sálvame…».
En realidad, no tenía ningún miedo. Mientras su filacteria sobreviviera, podía resucitar tras la muerte. Sólo requería un tiempo muy largo.
«Perdóname. Aunque trabajemos juntos, eliminar el mal es mi vocación». El paladín se paró frente al lich, con la luz sagrada formando una espada en su mano.
«¡Largo!» La luz de teletransporte parpadeó en ese momento, y el paladín se quedó estupefacto al salir despedido.
«Ahora mismo estoy de muy mal humor. Decidme, ¿cómo queréis morir todos?». Leylin salió con la máscara de plata, mirando a los tres heridos como un dios de la muerte.
Esto hizo que Ilyo se sintiera como si hubiera conocido a un ser semidiós en un pasado lejano. Una maldad intensa y avasalladora capaz de devorarlo todo.
«Es ese Legendario del bando del mal, ahora que tiene el control sobre los portales de teletransporte de la ciudad flotante, ¿significa que le han entregado la autorización?».
La calavera de cristal del suelo dio varias vueltas antes de detenerse, el fuego oscuro de sus ojos dejó de parpadear.
«Qué mal tan intenso… La magnitud ahora es incontables veces mayor que antes… ¿Habrá estado fingiendo todo este tiempo?».
Las pupilas del paladín y el monje se entrecerraron, mientras rastreaban el objeto que les había golpeado. ¡Eran las cabezas decapitadas de los otros contendientes dentro de la ciudad flotante!
«Sois los únicos intrusos que quedan, después de deshacerme de todos vosotros comenzaré la transferencia de autoridad…»
Los rasgos de Leylin estaban ocultos bajo su máscara, por lo que nadie conocía su expresión actual. Sólo se podía ver su par de ojos, fríos e indiferentes, como si pudiera congelar el alma de quien le mirara a los ojos.
La malvada luz negra cubría el terreno. Comparada con él, el aura del demonio parecía un objeto infantil.
«Tos… ¿Los otros han sido asesinados por ti?».
El paladin tosio, de vez en cuando escupia sangre por los labios.
«La mayoría han perecido bajo las trampas arcanas. En cuanto al resto, han sido eliminados por mí. Sólo quedáis vosotros tres…».
En la voz de Leylin destacaba una gélida intención asesina. De repente, apareció detrás del monje legendario: «Tú posees la mayor amenaza entre los tres…».
«Entonces, déjame invitarte a ir al infierno…»
La mano derecha de Leylin pareció convertirse en un par de garras diabólicas que rasgaron la endurecida defensa del monje, alcanzando directamente el corazón.
«Urgh… Antes de este viaje, sentí la inquietud durante una de mis meditaciones… Como si algún gran mal estuviera a punto de nacer… De ahí que siguiera a mi corazón y me dirigiera al desierto occidental…»
Gotitas de sangre gotearon, quitando momentáneamente el dolor que se veía en el rostro del monje. Inhaló violentamente, como si caminara de un lado a otro por las puertas de la muerte.
«Al principio pensé que… Era el descenso de la ciudad flotante, que traería una gran destrucción al mundo. Pero ahora sé que se debió a tu existencia…»
El monje luchó por forzar las palabras a salir de sus labios resecos.
«Demasiadas tonterías…» Leylin apretó el puño y el corazón del monje se rompió en incontables pedazos.
«¿Muerto?»
Los ojos del paladín y de Ilyo se oscurecieron, como si vieran que algo increíble sucedía en cuestión de minutos.
«Aunque tenga que encender mi alma, tengo que detener el mal en este mundo…»
Al momento siguiente, los ojos del monje que se habían apagado se abrieron violentamente, y emitieron rayos de luz aún más fuertes que el sol. Su palma derecha adquirió un tono dorado mientras empujaba suavemente. La fuerza era mayor que la de una montaña, e incluso el aire era empujado. Era imparable.
Técnica legendaria – ¡Palma de Vajra!
*La palma dorada atravesó al fantasma a espaldas de Leylin y lo hizo añicos.
«¡No eres malo, eh! Viejo, ¿es ésta la legendaria habilidad Vida Después de la Muerte? Eres realmente un monje poderoso y dotado, incluso después de que tu cuerpo sea destruido, eres capaz de mantener la vida durante un periodo de tiempo…»
La vida del monje era extremadamente tenaz, y ahora con esta legendaria habilidad, incluso si su corazon fuera tomado y habiendo sufrido graves heridas de antes, aun podria producir tal poder.
«Dándolo todo para vencerme ¿eh? Por qué me siento como un jefe final como el Gran Rey Demonio en las novelas de mi vida pasada…»
Leylin entrecerró los ojos y vio toda la rectitud representada tras la palma del monje.
«Lástima que un ataque de esta magnitud… No sea suficiente para herirme…»
Leylin se burló, mientras sus fosas nasales se encendían. «Permíteme sumirte en la más absoluta desesperación…».
La ciudad flotante nunca podrá caer en sus manos, si no el mundo entrará en un sufrimiento aún mayor…»
El paladín ahora también luchaba por levantarse, «El buff santo final…»
Unos rayos radiantes brillaron sobre el paladín, y pararon en seco todas sus heridas. Muy pronto, una espada hecha de luz apareció en sus manos.
«En el nombre de la justicia…» El paladín levantó su espada en alto, la energía se arremolinó en un violento vendaval.
«¡Intervención Divina!»
La radiante espada hecha de luz sagrada llevaba la intención de matar mientras sellaba la ruta de retirada de Leylin.
«¡Punto Ardiente! ¡Palma de Vajra!
El monje encendió toda su fuerza vital en combustible ardiente. La palma que cubría los cielos parecía capaz de incinerar cualquier cosa a su paso.
El demonio Ilyo que yacía a un lado tenía una expresión extremadamente desagradable. Sabía que contra esta oleada de ataques destructivos, si estuviera en el lugar de Leylin, ¡se producirían daños irreversibles!
«Ya lo he dicho… Es inútil…»
Bajo la máscara de Leylin, parecía haber… lamentación.
«Ahora mismo, no soy alguien a quien podáis oponeros…» Contra estos ataques definitivos, Leylin levantó las manos con indiferencia. «Tiempo… estate quieto…»
*Suuu*
En ese momento, el polvo se detuvo en el aire y éste se volvió denso y espeso. Incluso los ataques que podrían destruir el cielo y la tierra fueron detenidos.
*Buzz…*
Después de que Ilyo recuperara la consciencia, sólo vio los dos cadáveres de los otros dos legendarios siendo destrozados en pedazos.
«Ese momento anterior…. No, esto…. Es un hechizo arcano de rango legendario… La habilidad divina de las leyendas que puede detener el tiempo. Solo los arcanistas de rango legendario pueden lanzar este hechizo – Detener el Tiempo…»
«¿Realmente es un arcanista de rango legendario? ¿No ha perecido gente de este calibre hace mucho tiempo? ¿Ha sobrevivido desde el periodo Mise?»
La llama oscura en los ojos de Ilyo parpadeaba continuamente, como si luchara con sus pensamientos. La actuación que Leylin había mostrado antes le había asustado.
«Sólo puedo detener el tiempo en esta región… Todavía está a una milla de distancia de controlar totalmente el tiempo. Sin embargo, un poder como éste sigue siendo extremadamente embriagador. Ciertamente es un hechizo arcano de los límites del rango 8. Incluso pude sentir una hebra de las leyes del tiempo…»
Leylin exclamó para sus adentros, antes de caminar hacia el demonio.
«¿Sometimiento o muerte?»
«¿Sometimiento? Ahahaha… hahaha, Eres muy fuerte, a nivel de arcanista legendario, y además controlas la ciudad flotante. Sin embargo, ¿querer que yo, demonio esqueleto, uno que tiene un reino del ejército de No Muerto, uno que ha sobrevivido a tres guerras santas y participado en numerosas guerras santas que incluso dioses habían trascendido y utilizado vasallos humanos… Yo, el Gran Rey Demonio, Ilyo, te subyugue? Jajaja…»
Como si oyera algo hilarante, la boca de la calavera chasqueó continuamente, evidentemente en tono burlón.
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