Subaru: [¡Whoa!]
El agarre que tenía sobre su látigo fue arrancado, justo cuando sintió un fuerte golpe en su mano derecha.
Inmediatamente trató de resistirse, ejerciendo su fuerza en la mano, pero no era rival contra la fuerza que le arrebataba el látigo. Encima, fue arrastrado hacia delante y cayó, volteado contra el suelo con un: «¡Abeshi!». [1]
Subaru: [Ouch……]
???: [La única forma de mejorar, es dedicarte a esforzarte al máximo cada día. Parece que todavía tienes una cantidad insuficiente de entrenamiento. Muy pobre].
Subaru: [No tengo nada que decir a eso……]
Subaru se dejó caer sobre el suelo desnudo, haciendo una mueca cuando le señalaron con dureza su falta de habilidad. Se incorporó lentamente y su mirada chocó con la del hombre inteligente y apuesto.
El hombre tenía una mirada aguda que a Subaru le recordaba a los reptiles, y también tenía el pelo azul oscuro, cortado y arreglado de forma uniforme. Al igual que la impresión que daba, con su traje de mayordomo y el monóculo en uno de sus ojos, era un profesional formal, correcto y elegante.
Su nombre era..,
???: [–Clind! ¡Cómo pudiste hacerle algo tan irrespetuoso a Subaru-sama!]
Clind: [—-]
El joven, llamado Clind, desvió sin decir palabra su mirada hacia un lado. Al hacerlo, la figura de una mujer alta, que se acercaba hacia ellos, saltó a su campo de visión.
Era una mujer elegante y hermosa, de exquisitos ojos verdes, con su larga melena rubia meciéndose de un lado a otro. Vestida con un traje de sirvienta con el negro como color principal, pasó junto a Clind y caminó hacia Subaru, que seguía en el suelo, y le tendió suavemente una toalla blanca.
Mujer: [¿Se encuentra bien, Subaru-sama? Por lo que veo, te has caído al suelo de bruces……]
Subaru: [Sí, estoy bien, Frederica. Mi ropa se manchó un poco de barro, pero eso suele pasar].
La bella mujer – Frederica miró a Subaru con preocupación, manteniéndose firme con un, «Pero……» mientras él aceptaba la toalla agradecido, usándola para limpiarse la cara.
Sin embargo, Clind fue quien se encogió de hombros exasperado por las palabras de Frederica.
Clind: [Como el propio Subaru-sama dijo, es algo normal durante su entrenamiento. En todo caso, ¿no eres tú quien lo está avergonzando al darle tanta importancia? Entrometida].
Frederica: [¡Qué!]
Con la cara enrojecida por las palabras de Clind, Frederica lo fulminó con la mirada, mostrando sus afilados dientes.
Atrapado entre las dos, que habían empezado a fulminarse con la mirada, Subaru sintió ganas de agarrarse la cabeza con las manos, murmurando un: «Ahí van de nuevo……».
–Clind y Frederica.
Vestidas de mayordomo y criada respectivamente, ambas eran sirvientas a las órdenes de la familia Mathers. Aunque Subaru oyó que se conocían desde hacía mucho tiempo, no tenían muy buena relación.
Por lo general, ambos eran sirvientes capaces y a la vez educados y atentos, pero cuando entraban en contacto de esta manera, las discusiones estallaban de inmediato en cada oportunidad que tenían.
Si sus discusiones consistían en intercambiar sus opiniones sobre los asuntos políticos de Roswaal, un hecho bastante avanzado para los sirvientes, también se producían disputas triviales por algo tan simple como abrirse paso el uno al otro en los pasillos.
En resumen, aparentemente eran incompatibles entre sí, pero..,
Subaru: [Frederica, me alegro de que estés preocupada por mí, pero estoy bien, de verdad.]
Frederica: [No, no estoy particularmente preocupada por ti. Es sólo que la expresión falsa de este hombre y su actitud serena, así como sus comentarios desconsiderados, son tan exasperantes……!]
Subaru: [¡Oh, no estabas preocupado por mí! ¡Estoy avergonzado!]
Frederica: [¡Ah, eso no es…! ¡No es como si no estuviera preocupada! Por supuesto, me preocupa tu bienestar, Subaru-sama. No sólo yo, sino también Petra].
Frederica parecía haber soltado accidentalmente sus sinceros pensamientos, y Subaru sólo pudo dedicarle una sonrisa irónica mientras se rascaba la mejilla con un dedo, al oír de su boca la mención del nombre de Petra.
Estaba haciendo que las mujeres de la mansión, salvo Ram, se preocuparan por él, especialmente Petra.
En cuanto a la situación actual, lo que probablemente había sucedido era que se le había pedido a Frederica que investigara a Subaru en nombre de Petra, que estaba muy ocupada.
Subaru: [Pero, fui yo quien se lo pidió. Ya estaba preparado para que fuera así Spartan…… Cueste lo que cueste, tengo que salir de mi caparazón antes de que vuelva a casa de Annerose].
Clind: [–Eres espléndidamente decidida. Eso hace que me entusiasme más tu tutoría. Inspirado].
Al escuchar la respuesta de Subaru, Clind balanceó el brazo, el látigo de color marfil que llevaba en la mano se dobló mientras creaba un sonido que recordaba al del aire al estallar.
Usando la misma arma, Clind estaba ayudando a Subaru a aprender el camino del látigo. Como respetaba la técnica y la posición de Clind, Subaru se refería a él como «Maestro».
Subaru: [En realidad, aprender por mí mismo sólo me llevaría hasta cierto punto, habría llegado a un límite si no estuviera tutelado por otra persona. Es bueno que haya alguien que sepa usar un látigo cerca de ti. Gracias por la ayuda].
Clind: [Es un honor ser de ayuda. Encantado. Sin embargo, si se trata de gente capaz de usar un látigo aparte de mí, hay otra. Candidato].
Subaru: [Eh, ¿alguien más puede usar un látigo? No es Ram en el sentido de manejar el látigo de las palabras, ¿verdad?].
Frederica: [Subaru-sama, esa idea tuya es…… no, no puedo negarlo si lo que dices de Ram].
Una expresión de desagrado se posó en el rostro de Frederica mientras Subaru soltaba una broma, recogiendo su látigo de donde se le había caído, y llevándolo en la mano. Clind miró sus caras, comparando su comportamiento antes de cerrar el ojo del lado de su monóculo,
Clind: [Es bastante sencillo. Me refiero al Maestro. Versátil].
Subaru: [¡Entonces, no quiero en absoluto que me enseñe él!]
Mientras hablaba, Subaru dio un pisotón en el suelo y lanzó su látigo.
Voló a toda velocidad, su velocidad tenía el potencial de superar la velocidad del sonido si Subaru se lo tomaba en serio. La punta del látigo emitió un sonido profundo y hueco al apuntar a Clind; en realidad, no a él, sino al trozo de madera colocado sobre el tocón del árbol que había entre él y Subaru.
Enredando y capturando con el látigo la madera colocada encima del tocón redondo.
Era la tarea que Clind le había encomendado a Subaru, y era un obstáculo lo suficientemente alto como para que no fuera capaz de superarlo ni una sola vez hasta hoy.
No es exclusivamente porque Subaru fuera incapaz de capturar la madera con su látigo debido a que su técnica carecía de experiencia y habilidad.
Clind: [Tu objetivo es transparentemente obvio. Impedir.]
Subaru: [¡Guh……!]
Con una precisión aterradora, el látigo de Clind repelió el extremo puntiagudo del látigo que Subaru había soltado.
El requisito para completar la tarea era superar esta forma de obstrucción, y tirar del trozo de madera hacia sus manos con su propio látigo. Esta fue exactamente la razón por la que Subaru no fue capaz de cruzar el obstáculo ni una sola vez.
Clind: [Golpear el área a la que se apunta, enredar a la entidad que se pretende capturar, y mostrar los resultados que se pretenden. En lugar de confiar en una espada o una lanza, si no puedes cumplir la razón por la que elegiste el látigo… No vale la pena].
Subaru: [¡Dah! ¡Deh! ¡Doh! ¡Maldición! ¡Me estás defendiendo como si no fuera para tanto! Lo sé, ¡no hace falta que me lo digas! Este es el único camino que tengo para hacer uso de mi astuta mi……ndah!?]
Intentó hacer retroceder el látigo que se había alejado a la fuerza, pero su punta fue atrapada por la de Clind una vez más.
Era demasiado tarde cuando Subaru se dio cuenta. Al momento siguiente, su sentido del equilibrio se desorientó, y Subaru fue fácilmente tirado al suelo por Clind, que ni siquiera estaba poniendo tanta fuerza en su arma.
Subaru: [¡Wagh! ¡Pilar de sonido!] [2]
Clind: [Has caído de forma bastante aparatosa. Frenar tu caída también es importante. Precaución].
Frederica: [¡Su, Subaru-sama!]
Subaru cayó de frente y se desplomó en el suelo una vez más, y Frederica se apresuró a correr a su lado. Esta vez, se golpeó la cara contra el suelo, y la sangre goteaba de su nariz.
Se apresuró a sujetársela con la toalla, y entonces,
Frederica: [¡Clind! ¡Lo mires como lo mires, esto es demasiado!]
Clind: [Es inevitable, considerando la posición de Subaru-sama. Necesario. No deberías entrometerte en el camino de un hombre a la acción también. Entendido.]
Frederica: [¿El paso a la acción de un hombre……?]
Hizo una mueca como diciendo: «No me lo puedo creer», pero Clind le negó con la cabeza. Y entonces, con sus agudos ojos, miró a Subaru, que se estaba limpiando la hemorragia nasal,
Clind: [Subaru-sama, me parece muy bien tu actitud de pedir consejo. Admirable. Mientras estés al lado de Emilia-sama como su caballero, necesitas fuerza. La fuerza para proteger a Emilia-sama y a ti mismo hasta el final. Indispensable.]
Subaru: [……Sí, lo sé. Por eso te agradezco que seas tan estricto conmigo].
Aunque resoplaba y su voz estaba apagada, el espíritu de Subaru se negaba a quebrarse.
Mirándole, Frederica apretó los labios contra sus dientes.
Frederica: [Ustedes dos, caballeros, son tan tontos como Garf……]
Subaru: [Sería súper útil si mi fuerza, en lugar de sólo mi estupidez, fuera suficiente para estar a su lado también, pero parece que eso no va a suceder, así que……]
Tocándose la nariz, con la sangre brotando de ambas fosas nasales, Subaru detuvo enérgicamente su hemorragia nasal.
Cuando Subaru se levantó después de hacerlo, Clind le miró, metiendo la barbilla y enderezando su postura.
Clind: [Mirando al frente y negándose a detenerse…… Tu actitud es realmente agradable. Muy esperada].
Subaru: [Muchas gracias…… Si mi manejo del látigo mejora, entonces tendré más opciones entre las que elegir. Si tengo más opciones, entonces la gente a mi alrededor también tendrá más movimientos que hacer, no sólo yo].
Clind: [Sí. Sin embargo, por favor, no confíes demasiado en eso. Creo que no habrá muchas ocasiones en las que tengas que luchar solo. Apoyo].
Clind sacudió la barbilla, señalando a Frederica.
Empezando por ella, Subaru tenía a gente como Garfiel y Otto a su alrededor, y Beatrice era la que estaba más cerca de él, más que ninguna otra cosa. Si se trataba de una lucha para proteger, entonces, por supuesto, Emilia también estaba junto a ellos.
Por eso la afirmación de Clind era correcta.
En las batallas de Subaru, no era como si el propio Subaru le arrebatara una victoria ganada a pulso. Sus batallas llegaban a buen puerto aprovechando al máximo las habilidades de los demás.
Subaru: [Por cierto, ¿y si me encuentro accidentalmente en una situación en la que solo estoy yo y nadie más?].
Clind: [Deberías correr. A toda velocidad].
Subaru: [—-]
Subaru dijo eso, medio en broma, pero Clind no sonrió.
Era una situación que era extremadamente improbable que ocurriera, pero eso no significaba que fuera imposible. En unas circunstancias en las que se vería perseguido y arrinconado, con la espalda contra la pared, el consejo de Clind iba directo al grano.
Clind: [Debes correr, Subaru-sama. Pon hasta la última gota de tu esfuerzo en huir, tan rápido como tus piernas puedan llevarte, vergonzosamente, y sin tener en cuenta cómo te ves al hacerlo. Ese es el curso de acción más sabio. La única.]
Subaru: [Si es así como has terminado la frase, entonces parece que no hay otra decisión que pueda tomar, en lugar de que sea una opción mejor].
Clind no contestó, su expresión no cambió ante las palabras de Subaru.
No había necesidad de responder. ¿Acaso su falta de palabras era la prueba de que, después de todo, era tal y como Subaru había deducido?
Subaru: [¡Dios, mi mentor realmente no tiene piedad!]
Frederica: [Ese hombre ha sido así desde hace mucho tiempo. Siendo estricto con los que se muestran prometedores y entrenándolos…… pero, abandona y tira eso por la ventana cuando pierde el interés en hacerlo. Helado, y cruel].
Subaru: [¿Derica-san? Uh, ¿tu voz se está volviendo un poco helada?]
Sintiendo algo letal en su voz, como si fuera a rebanarle al tocarla, Subaru la interrogó dubitativo, quien volvió la cara con gesto hosco, murmurando: «¡No me preguntes!»
Frederica: [Ya lo he decidido. Yo también te apoyaré para que tengas éxito con tu entrenamiento. Por favor, avergüenza a Clind, haz que contorsione esa cara de indiferencia que tiene y hazle llorar].
Subaru: [¡Esa es una petición bastante dura……!]
Frederica: [Oh, ¿la persona que exige y desea que Emilia-sama se convierta en Rey dice eso?]
Como era de esperar de una doncella capaz, incluso sus burlas eran de primera categoría, aunque Subaru la provocó para que lo hiciera.
Subaru abrió los ojos ante sus palabras, y luego asintió con una sonrisa malvada, respondiendo: «Tienes razón». Después de eso, asumió una postura feroz con su látigo,
Subaru: [¡Voy a dañar mi honor como hombre si no puedo conseguirlo, a pesar de que me han dicho todo eso! Mírame, ¡voy a hacerlo!]
Junto a un valiente grito, Subaru blandió su látigo, azotándolo con todas sus fuerzas.
Trazó una trayectoria afilada, la punta zumbando por el aire mientras apuntaba directamente al tocón del árbol..,
Clind: [Tu entusiasmo es admirable, pero tu habilidad es pobre. Inadecuada.]
Subaru: [Guh, gwaaaaaaaahh–!!]
Frederica: [Su, Subaru-sama–!!]
Una vez más, Subaru fue tirado hacia abajo y se estrelló contra el suelo de cara.
△▼△▼△▼△
El enorme árbol se partió por la mitad y la onda expansiva resultante golpeó todo el cuerpo de Subaru. Con la espalda maltrecha por aquello, escupió la sangre teñida de óxido que se había acumulado en el interior de su boca.
Subaru: […]
El suave y cálido cuerpo de Rem estaba envuelto entre sus brazos.
Sus propias manos y pies también seguían allí, y parecía que había conseguido esquivar la flecha. Tan pronto como fue consciente de ello, este momento fue un aprobado.
Rem: [Q-Qué estás haciendo de repente…]
Subaru: [¡Cállate! ¡O acabarás mordiéndote esa lengua que tienes!].
Rem había tardado en reaccionar, debido a lo repentino que había sido todo; sin embargo, Subaru no prestó atención a sus quejas. Para tirar de su cuerpo hacia arriba, después de haber caído primero hacia delante, se dejó caer hacia atrás, rodando tanto como pudo mientras seguía agarrando a Rem cerca de él.
Envuelto entre sus brazos, pudo sentir como Rem reprimía las ganas de gritar; pero eso fue interrumpido por un sonido mucho más fuerte – A saber, el rugido del árbol roto y corpulento derrumbándose.
El lugar en el que Subaru y Rem habían estado tumbados hacía un momento quedó aplastado, y los otros árboles atrapados en su caída extendieron la deforestación a su alrededor.
Como alguien en sintonía con la naturaleza, ese hecho hizo que su corazón se estremeciera un poco, sin embargo…
Subaru: […¡Ahora mismo, nosotros somos más importantes!]
Usando el polvo levantado por el árbol caído como distracción, Subaru no paró de rodar. Rem opuso algo de resistencia, pero a pesar de ello, se dejó llevar por la adrenalina y la atrajo hacia sí con toda la fuerza que pudo reunir.
Siguieron rodando, y rodando y rodando, hasta que el suelo ante ellos desapareció de repente.
Subaru: [¡Gwhooaa!]
Rem: [¿¡Kyaa!?]
Por un momento, pareció que flotaban, sin embargo, el suelo detuvo su caída en seco justo después.
Un gran agujero lleno de árboles caídos y montones de tierra y arena: era la trampa que Rem había construido para atrapar a Subaru. Al rodar por él, había cortado la línea de visión de su oponente.
Sin embargo, no era como si no hubiera pagado nada a cambio de eso.
Subaru: [Gh, gkh… ¡Maldición, Oh no lo hiciste…!]
Su brazo izquierdo se había enredado frenéticamente alrededor de Rem, y algunos de los dedos de ese brazo, que ella había mantenido agarrados, estaban rotos. El dedo corazón, el anular y el meñique; todos ellos, excepto el pulgar y el índice, estaban destrozados.
Habiendo caído en el mismo gran agujero que Subaru, Rem se arrastró, manteniendo las distancias con Subaru. Estaba agonizando, haciendo todo lo posible por no mirarse los dedos, que apuntaban en direcciones extrañas.
Rem: [¡Qué esperabas! Hacer eso tan de repente… ¿¡Qué demonios está pasando!?]
Subaru: […No lo mencioné, pero para que lo sepas, hay un peligroso cazador rondando por este bosque. Aunque, esto eliminaba bastante la posibilidad de que estuvieran cazando y fallaran su objetivo… Dzaah].
Mientras el sudor frío le caía por la frente, Subaru enderezó sus tres dedos rotos. Por el momento, los fijaría en su sitio usando una toalla, con una rama como férula.
Cada Donación es un Gran Aporte Para Nuestro Sitio. Se Agradece.
Si realizas un aporte y hay más capítulos de cierta novela subiremos capítulos extras.
