LTBE Little Tyrant Doesn’t Want to Meet with a Bad End Capitulo 507
Pensar era muy pesado cuando uno no estaba en buenas condiciones.
Roel miró el paisaje soleado fuera de la ventana mientras trataba de entender su situación actual con respecto a la Diosa Madre y las Seis Calamidades. Desafortunadamente, no pasó mucho tiempo antes de que su cabeza comenzara a doler.
TodavĂa no se le permitĂa consumir ningĂşn alimento por motivos de seguridad, y eso habĂa limitado su energĂa. AĂşn asĂ, pudo descubrir algunas cosas durante este breve perĂodo de contemplaciĂłn.
En primer lugar, independientemente de si la Diosa Madre era capaz de transmitir Ăłrdenes a las Seis Calamidades o no, definitivamente tenĂa que mantener la guardia contra ellos.
Si bien no habĂa registros de que las Seis Calamidades cooperaran entre sĂ, existĂa la posibilidad de que pudieran sentir y comunicarse entre sĂ. Para estar seguro, deberĂa asumir el peor de los casos y hacer preparativos para eso.
Afortunadamente, solo habĂa seis de ellos.
InundaciĂłn de Muerte estaba muerto. Creador Glaciar habĂa sido sellado por la Magia de Joyas de Isabella Sofya y actualmente estaba hibernando bajo Puerto Dos Cuernos. Señor Oscuridad, segĂşn los rastros, parecĂa haber sido completamente destruido por Winstor Ascart hace setecientos años. Era poco probable que hiciera un resurgimiento en el corto plazo.
Esos eran los tres por los que no tenĂa que preocuparse.
De los tres restantes, no tenĂa noticias sobre Convocador de la Tempestad y Devorador de Luz.
Si bien sabĂa que el huevo del Convocador de la Tempestad habĂa aparecido en Leinster hace cuatrocientos años, en la historia real en la que Roel no intervino, la Convocatoria de los Santos se vio obligada a huir de la ciudad. Se desconocĂa quĂ© sucediĂł finalmente con el huevo.
En cuanto a Devorador de Luz, esa fue una calamidad de la que Roel no sabĂa casi nada. Primero se enterĂł de su existencia por Isabella Sofya, y habĂa raras menciones al respecto en textos antiguos. Desafortunadamente, no pudo encontrar nada concreto con lo que trabajar. Tampoco ha habido avistamientos de Ă©l en los Ăşltimos siglos.
Esto significaba que devorador de luz era una existencia enigmática para la humanidad.
Por Ăşltimo, pero menos importante, estaba Niebla Envolvente, el culpable que habĂa devorado Fortaleza Tark junto con los cien mil efectivos allĂ apostados. Este era el enemigo que Roel creĂa que era el más peligroso de todos.
A diferencia de Convocador de la Tempestad y devorador de luz de quienes no tenĂa noticias, sabĂa con certeza que Niebla Envolvente era una entidad con la que el actual Ă©l no podrĂa lidiar. Además de eso, se sabĂa que actualmente se encontraba en su fase activa. Si alguna de las calamidades iba a atacarlo, era el candidato más probable.
Pero despuĂ©s de pensarlo cuidadosamente, no pensĂł que serĂa atacado por Niebla Envolvente, al menos no en el corto plazo. HabĂa una razĂłn simple detrás de su conclusiĂłn: la distancia.
Las Seis Calamidades tenĂan la capacidad de viajar de forma esquiva, pero eso no significaba que simplemente pudieran aparecer de la nada. HabĂa un lĂmite en la velocidad a la que podĂan viajar de un lugar a otro, y Fortaleza Tark estaba muy lejos de Rosa.
La humanidad habĂa gastado una gran cantidad de recursos para encontrar a Niebla Envolvente luego de la desapariciĂłn de Fortaleza Tark, pero no pudo encontrar el más mĂnimo rastro. A partir de eso, era seguro decir que Niebla Envolvente se habĂa escondido en un lugar remoto. Esto se tradujo en tiempo de recuperaciĂłn adicional para Roel.
DespuĂ©s de haber llegado a la conclusiĂłn de que no encontrarĂa ningĂşn peligro por el momento, Roel de repente sintiĂł que otra ola de fatiga lo invadĂa. Sus párpados se cerraron lentamente mientras su mente comenzaba a quedarse en blanco.
Momentos después, se sumió en un sueño profundo.
…
Cuando Roel abriĂł los ojos una vez más, el paisaje fuera de la ventana ya se habĂa convertido en el de un sol poniente, proyectando un resplandor rojo dentro de la habitaciĂłn.
A diferencia de la primera vez que se despertĂł, no habĂa mĂ©dicos ni mucamas entrando y saliendo corriendo de su habitaciĂłn, lo que hacĂa que el lugar pareciera más espacioso que nunca.
Sin embargo, no se podĂa decir lo mismo de su cama.
HabĂa una mujer de cabello castaño rojizo durmiendo a su lado. TenĂa largas pestañas que revoloteaban con la brisa, labios color cereza que se movĂan rĂtmicamente con su respiraciĂłn, cabello largo que se esparcĂa sobre la almohada y una piel clara que acentuaba sus facciones.
Ella era hermosa.
La apariciĂłn abrupta de Charlotte Sorofya en la cama no sorprendiĂł en absoluto a Roel, aunque lo que sĂ lo sorprendiĂł fue su cuerpo vendado y los hechizos invocados en curso sobre ella.
Roel bajĂł la cabeza sombrĂamente.
No fue demasiado difĂcil para Ă©l adivinar que ella habĂa recibido esas heridas cuando irrumpiĂł en el vĂłrtice de maldiciones para salvarlo. Esos hechizos en curso probablemente eran algĂşn tipo de ritual para reponer su fuerza vital.
La fuerza vital de Roel se habĂa mantenido en un nivel crĂticamente bajo a pesar de haberse recuperado de sus heridas externas, por lo que los Anillos de Simbiosis habĂan estado desviando constantemente la fuerza vital de Charlotte para sostenerlo.
SabĂa que Charlotte no tenĂa reparos en transfundirle su sangre y su fuerza vital, pero le partĂa el corazĂłn ver que sufrĂa por su culpa.
Exhalando un profundo suspiro, hizo una rápida introspecciĂłn de su propia condiciĂłn y confirmĂł que no estarĂa en peligro incluso si dejaba de tomar más fuerza vital de Charlotte. Si bien hacerlo podrĂa debilitarlo y retrasar su recuperaciĂłn, no habrĂa grandes problemas.
Charlotte ya ha sufrido bastante en los Ăşltimos meses. No deberĂa tener que experimentar más dolor despuĂ©s de recuperarse de su maldiciĂłn.
Con tales pensamientos en mente, tomĂł el anillo que habĂa estado usando en su dedo y tratĂł de quitárselo.
PodĂa tocar el anillo muy bien, pero en el momento en que tratĂł de sacarlo, hubo un estallido de luz inmediato. De repente, una mano saliĂł disparada y agarrĂł firmemente su muñeca.
“Cariño, ÂżquĂ© estás haciendo?”
“!”
El cuerpo de Roel se congelĂł ante esa voz familiar. GirĂł rĂgidamente el cuello y se encontrĂł frente a una Charlotte de aspecto severo. No hacĂa falta ser un genio para descubrir quiĂ©n era el culpable detrás del estallido de luz anterior.
Charlotte habĂa incrustado en secreto un hechizo en el anillo por adelantado, pensando que Ă©l intentarĂa quitarse el anillo para reducir su carga.
Para ser sincero, Roel no esperaba tal movimiento de ella, y verse atrapado en medio de un intento de quitarse el anillo lo dejó sintiéndose extrañamente culpable. Sin embargo, persistió en su postura después de pensarlo un poco.
“Charlotte, estás despierta. Estoy bien ahora. Creo que deberĂamos pausar los efectos del anillo por el momento”.
“Mentiroso. Ni siquiera puedes ponerte de pie todavĂa. AsĂ no es como yo definirĂa ‘bien’”.
“Mi vida ya no está en peligro. Puedo recuperar lentamente mi fuerza vital. No deberĂas poner tu cuerpo bajo tensiĂłn cuando acabas de recuperarte”, la convenciĂł Roel.
“…”
Charlotte se encontrĂł incapaz de refutar las palabras de Roel.
De hecho, ya no habĂa necesidad de que continuaran compartiendo la fuerza vital entre ellos, pero ella no querĂa hacer lo que era ‘racional’ aquĂ. QuerĂa ayudarlo tanto como pudiera y conocĂa una manera de convencer a Roel de que no se quitara el anillo.
“TĂş fuiste quien me propuso matrimonio con estos anillos, diciendo que son prueba de nuestro amor mutuo. ¿CĂłmo podrĂa siquiera considerar quitárselo? ¿Tus sentimientos por mĂ ya comenzaron a desvanecerse?”
“¡N-no, por supuesto que no! ¿CĂłmo podrĂa ser eso cierto…”
“DeberĂas probarlo con tus acciones”, dijo Charlotte con una mirada resuelta en su rostro.
“Este…”
Roel estaba estupefacto. Nunca habĂa pensado que Charlotte realmente usarĂa sus propias palabras para arrinconarlo en este tema. TendrĂa que estar loco para atreverse a quitarse el anillo despuĂ©s de que Charlotte hubiera ido tan lejos como para chantajearlo con su relaciĂłn.
Â
Solo podĂa exhalar suavemente y soltar los dedos del anillo.