LTBE Little Tyrant Doesn’t Want to Meet with a Bad End Capitulo 457.2 La escultura que quedó atrás (2)
Mientras Roel estaba sumido en sus pensamientos, Alicia entró en la tienda del comandante con una taza de té en la mano, solo para detenerse al ver al chico de cabello negro sentado en una silla.
“Señor hermano, Âżte… volviste más pequeño?”
“Âżoh?”
TambiĂ©n fue entonces cuando Roel se dio cuenta de su transformaciĂłn. LevantĂł los brazos y notĂł que su ropa se habĂa vuelto mucho más grande. Su cabello tambiĂ©n era más largo que antes.
“Haa, supongo que no hay forma de evitar los efectos secundarios. Afortunadamente, mi regresiĂłn de edad parece ser más leve esta vez, por lo que no deberĂa durar mucho”, dijo Roel.
Como no tuvo que sostener a Devorador del Tiempo por mucho tiempo contra Layton, el efecto secundario que disminuyĂł su capacidad cognitiva no ocurriĂł. Su cuerpo fĂsico tambiĂ©n solo habĂa retrocedido durante alrededor de un año o dos. En general, no planteĂł un gran problema.
En cambio, las fracturas y las hemorragias internas que sufrĂa eran mucho más problemáticas.
Por lo tanto, Roel no pensó mucho en ello y continuó enfocando su atención en descifrar los secretos detrás del cristal.
Sin embargo, la otra persona en la habitaciĂłn no estaba tan indiferente ante la situaciĂłn. El rostro de Alicia ya habĂa comenzado a enrojecerse y su respiraciĂłn se aceleraba por la emociĂłn.
¡Este es un señor hermano que tiene la misma edad que yo!
Para ella, la edad en la que Roel retrocedió era casi como un coleccionable por tiempo limitado. Más importante aún, ¡ella era la única que estaba aquà con él!
“Señor hermano, Âżpuedo pedirle que se levante por un momento?”
“¿Hmm? Claro, podrĂa hacer eso. ¿Hay algo que necesites de mĂ?
Roel accediĂł a su pedido y se puso de pie.
Alicia primero colocó la taza de té sobre la mesa antes de caminar hacia Roel. Se detuvo justo frente a él y enderezó su postura.
“… Señor hermano todavĂa es más alto que yo”.
“Ah, Âżes eso lo que te preocupa? Eras mucho más alta que yo la Ăşltima vez que retrocedĂ.
“Es injusto que seas mayor. AĂşn asĂ, estoy feliz de poder volver a ver a un señor hermano menor de edad. Jejeje”, dijo Alicia mientras los bordes de sus labios se elevaban poco a poco para formar una sonrisa.
No pudo resistir el impulso de tocar ligeramente las mejillas de Roel.
Roel suspirĂł suavemente en respuesta a las burlas de Alicia. SabĂa que esto sucederĂa desde el momento en que rompiĂł su promesa y usĂł Devorador del Tiempo una vez más. Desde su regresiĂłn de edad anterior, ya se habĂa formado una ecuaciĂłn en su cabeza:
Roel Miniatura = Juguete
Fue un poco frustrante para Ă©l, pero decidiĂł dejar que Alicia hiciera lo que quisiera. DespuĂ©s de todo, ella habĂa sufrido mucho durante este perĂodo de tiempo.
No habĂa forma de que no sintiera estrĂ©s al liderar un ejĂ©rcito en el campo de batalla por primera vez. Si su miniaturizaciĂłn temporal podĂa aliviar a Alicia de su estrĂ©s acumulado, no le importarĂa complacerla un poco.
Mientras Alicia acariciaba sus mejillas, Roel recordĂł repentinamente una anomalĂa que ocurriĂł durante su confrontaciĂłn con Layton Seze.
ÂżCĂłmo sorteĂł Alicia el cerco de mi Devorador del Tiempo? Los hechizos normales de movimiento espacial no deberĂan haber sido capaces de eludir mis vientos del atardecer.Â
“ÂżSeñor Hermano?”
“… No, no es nada.”
Al darse cuenta de la repentina quietud de Roel, Alicia inclinó la cabeza interrogativamente hacia él. Roel se quedó en silencio por un momento antes de sacudir la cabeza con una sonrisa, eligiendo reprimir sus dudas.
OlvĂdalo, no es nada importante de todos modos. Es bueno que Alicia se estĂ© volviendo más fuerte. Bien podrĂa pasar mi tiempo descifrando esta reliquia familiar en lugar de insistir en este asunto.Â
Roel exhalĂł suavemente antes de volver su atenciĂłn al cristal.
…
La guerra parecĂa haberse detenido despuĂ©s de la conversaciĂłn entre Roel y Layton.
El dĂa que Cynthia y los demás llegaron al campo de batalla, los Seze optaron por hacer retroceder más a sus fuerzas, lo que redujo aĂşn más la tensiĂłn en el campo de batalla. Ambas partes mantuvieron sus posiciones durante dos dĂas, sin hacer nada pero aparentemente teniendo los mismos pensamientos en mente.
Fue solo al tercer dĂa, cuando llegĂł un informe de emergencia desde el frente, que la batalla con los Sezes concluyĂł oficialmente.
Ciudad Edgar habĂa sido derribada.
Es comprensible que estalló una gran conmoción en el campamento base de los Ascart cuando llegó esta tan esperada noticia. Los soldados discutieron con entusiasmo el asunto entre ellos mientras esperaban la llamada final del centro de mando.
Mientras tanto, Roel estaba ocupado leyendo el informe de guerra en la tienda del comandante.
Mientras Alicia y Roel tenĂan un enfrentamiento con las tropas de Ă©lite de Sezes, la fuerza principal del ejĂ©rcito aliado no habĂa estado holgazaneando. Preocupado de que algo pudiera pasarles a sus hijos si la guerra se alargaba, rápidamente elaborĂł ​​un plan de batalla basado en la inteligencia militar que habĂa recopilado de sus ataques de sondeo anteriores y finalmente lanzĂł un ataque total hace tres dĂas.
DespuĂ©s de un dĂa completo de intensos combates, el ejĂ©rcito aliado de la Teocracia finalmente encontrĂł un gran avance y escalĂł con Ă©xito las murallas de Ciudad Edgar.
Habiendo perdido su mayor ventaja sobre el ejĂ©rcito aliado, la moral entre las tropas de la guarniciĂłn de Elrics se desplomĂł hasta las zanjas, lo que provocĂł el rápido colapso de sus fuerzas. Cuando finalmente llegĂł el amanecer, las puertas de la ciudad se abrieron desde el interior para revelar las banderas del ejĂ©rcito aliado, poniendo asĂ fin a la leyenda de la ‘Fortaleza Infalible’.
Con el asedio exitoso a Ciudad Edgar, finalmente se corrieron las cortinas tanto de la guerra interna de la Teocracia como de las crecientes ambiciones del Imperio Austine.
Al mediodĂa, los Seze ya habĂan retirado sus tropas del territorio de la Teocracia.
Los Ascart se mantuvieron quietos frente a la retirada de los Seze, observando en silencio en lo alto de una colina mientras las banderas del ejército enemigo se alejaban en la distancia.
Roel tenĂa sentimientos encontrados hacia los Seze. Por un lado, aunque se hubieran movido bajo las Ăłrdenes de los Ackermann, habĂan interferido en la guerra interna de la Teocracia y amenazado la estabilidad de la humanidad por sus intereses personales. Los soldados de Ascart habĂan muerto luchando contra ellos. Era difĂcil para Ă©l pasar por alto todo esto.
Pero al mismo tiempo, entendiĂł que los Ackermann simplemente habrĂan empujado a alguien más si los Seze se hubieran negado a intervenir, aunque fuera menos efectivo. Si los Seze se hubieran involucrado o no, habrĂa hecho poca diferencia en la difĂcil situaciĂłn de la Teocracia.
Además de eso, tambiĂ©n se sentĂa agradecido con Layton.
Layton habĂa estado protegiendo la reliquia familiar de los Ascart durante siglos a pesar de los riesgos que habrĂa supuesto para Ă©l y su familia. Ahora que lo pensaba, el viejo podrĂa haber ordenado la movilizaciĂłn de los Seze para permitir una reuniĂłn entre ellos, lo que habrĂa sido imposible en circunstancias normales considerando la delicada posiciĂłn de Layton.
Por supuesto, tal decisión tuvo un costo. Ambos lados no tuvieron más remedio que cruzar golpes dadas sus posiciones opuestas.
Sin embargo, la verdad era que Layton siempre habĂa tenido el control de la situaciĂłn. PodrĂa haber detenido la lucha sin ayuda si fuera necesario. De hecho, su apariciĂłn en el campo de batalla habĂa impedido que los Ackermann explotaran aĂşn más la situaciĂłn.
Además de eso, Layton tambiĂ©n habĂa expresado su buena voluntad hacia los Ascarts, diciendo que Roel podĂa buscarlo cuando quisiera. De hecho, Roel habĂa querido hacer eso, pero sabĂa que no serĂa un movimiento inteligente hacerlo ahora.
Pase lo que pase, era un hecho que la apariciĂłn de Layton iba en detrimento del Imperio Austine, especialmente cuando no hizo mucho en el campo de batalla. Era probable que los Ackermann estuvieran de un humor sensible ahora que sus grandes ambiciones habĂan sido frustradas, por lo que serĂa mejor evitar hacer cualquier cosa que les irritara los nervios.
DespuĂ©s de ahuyentar a los enemigos, Roel y Alicia llevaron a los soldados de Ascart en una marcha triunfal de regreso para reunirse con el ejĂ©rcito aliado. Roel no se habĂa recuperado completamente de sus heridas, pero los efectos secundarios de Devorador del Tiempo ya habĂan pasado.
Esta terrible guerra finalmente habĂa terminado.
…
Varios dĂas despuĂ©s, Roel paseaba casualmente por Ciudad Edgar acompañado de los herejes y los inquisidores, cada uno de ellos completamente armado y escudriñando los alrededores con atenciĂłn. Su cautela era comprensible ya que su destino era el cuartel general del culto maligno más grande de la Teocracia, el Gremio de Conocedores.
El Gremio de Conocedores habĂa construido un enorme reino mágico utilizando toda Ciudad Edgar como medio, y las entradas eran los espejos de la mansiĂłn de Elrics. Para evitar que se corriera la voz, todas las posiciones vitales en la mansiĂłn de los Elric fueron ocupadas por los mismos cultistas malignos.
Los inquisidores fueron los primeros en atravesar el espejo, y solo después de asegurarse de que era seguro que Roel ingresara al reino mágico construido por su enemigo mortal.
Los miembros del Gremio de Conocedores ya habĂan escapado cuando recibieron la noticia de la muerte de Bryan y el estallido de la guerra interna, por lo que no habĂa ni una sola persona en la sede. Esa podrĂa haber sido la razĂłn por la que el espacio parecĂa excepcionalmente grande.
El grupo caminĂł por una bĂłveda abierta, que como era de esperar estaba vacĂa ya que los cultistas malignos se habrĂan llevado todo lo valioso con ellos. TambiĂ©n habĂa una sala de subastas con todo tipo de listas de artĂculos por ahĂ.
Sin embargo, Roel no estaba interesado en nada de esto.
No podĂa importarle menos el negocio sucio que los Elric habĂan estado haciendo a lo largo de los años. Solo tenĂa un objetivo aquĂ, y era descubrir los rastros del Coleccionista. Para su sorpresa, se encontrĂł con un problema momentos despuĂ©s de comenzar su investigaciĂłn.
La oficina del Coleccionista habĂa desaparecido misteriosamente.
Aunque el Coleccionista nunca habĂa hecho una apariciĂłn pĂşblica, Ă©l era quien determinaba las direcciones y los planes de la organizaciĂłn. La desapariciĂłn de su oficina significaba que estarĂan perdiendo una pista vital, y eso era inaceptable para Roel.
Afortunadamente, los cultistas malignos les habĂan proporcionado la ubicaciĂłn aproximada de la oficina, donde los clĂ©rigos descubrieron rastros de magia espacial en los alrededores. Intentaron reparar el espacio, pero los resultados fueron menos que ideales.
“Lord Roel, esta habitaciĂłn ha sido destruida durante bastante tiempo, asĂ que me temo que…”
Roel sostenĂa una escultura blanca medio destruida en sus manos mientras miraba el espacio vacĂo frente a Ă©l con una mirada gĂ©lida.
En primer lugar, la oficina del Coleccionista era producto de la magia espacial, lo que la hacĂa altamente inestable. Fue difĂcil reparar el espacio cuando habĂa sido destruido intencionalmente. Lo Ăşnico que lograron salvar de Ă©l fueron algunos muebles hechos jirones y una escultura medio destruida.
A partir de esto, se podĂa ver que el Coleccionista era un hombre meticuloso.
Los muebles andrajosos no servĂan de mucho, asĂ que la Ăşnica pista Ăştil era la escultura medio destruida. La escultura representaba una escena con la que Roel estaba muy familiarizado: el encuentro entre Nora y Ă©l en medio de montañas de cadáveres.
La Ăşnica diferencia fue que el Roel de la escultura se derrumbĂł en el suelo.
“Una escultura profética… Entréguele esto a un tasador de esculturas para ver si podemos rastrear al creador de esta pieza”, ordenó Roel.
“SĂ, Señor Roel”.
Las obras de arte a menudo encarnaban los rasgos Ăşnicos de sus creadores. Era posible deducir el origen del creador a travĂ©s del análisis de la escultura, aunque era más fácil decirlo que hacerlo. Sin embargo, esta era la Ăşnica pista que tenĂan sobre el Coleccionista.
Después de buscar en la sede del Gremio de Conocedores, Roel partió de Ciudad Edgar. Mientras se iba a caballo, no pudo evitar mirar hacia atrás a la ciudad devastada por la guerra, y eso lo dejó con sentimientos encontrados.
Desde la desapariciĂłn de Fortaleza Tark en la frontera este, la vida de Roel se habĂa desviado de lo que Ă©l consideraba normal. La pelea con Bryan habĂa sido un roce cercano a la muerte, el intento de asesinato por parte del Coleccionista lo dejĂł desesperado, y la guerra interna y las intrigas posteriores no habĂan sido más que irritantes.
Pero ahora todo ha terminado. Mi vida finalmente puede volver a la normalidad.Â
Roel volviĂł la cabeza hacia adelante, como si se sacudiera la mala suerte que se habĂa estado aferrando a Ă©l. Dio unas palmaditas en busca de la caja antigua que habĂa guardado cuidadosamente en su traje antes de galopar.