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ATG Capitulo 2077

ATG Against the gods Capitulo 2077 Salón del Hijo Divino

Paralelamente al Regente Divino Sin Sueños, Yun Che podía sentir constantemente la emoción contenida del aura que emanaba de él, tan intensa que parecía incontrolable.

“En esta generación de los seis reinos de dios, los otros cinco reinos ya encontraron a sus portadores divinos hace tiempo, incluso el Reino de Dios de la Estrella y la Luna, el más difícil de heredar, halló a unos gemelos que son una combinación perfecta”.

“Solo nuestro Reino de Dios Tejedor de Sueños… Tuve la posición de Regente Divino durante diez mil años, y aunque tuve incontables descendientes, nunca apareció un portador divino. Lo más irónico es que, entre todos mis descendientes, el más sobresaliente solo alcanzó seis puntos de Esencia Divina”.

(Meng Jianzhou.)

“En aquellos años, el Reino de Dios Tejedor de Sueños soportó incontables burlas y lástima en secreto. Pasaron mil años, luego miles y después diez mil, mientras el reino entero se inquietaba y aumentaban los rumores. Incluso se decía que aunque yo poseía la Esencia Divina, mis raíces eran débiles y no podría tener hijos sobresalientes”.

“Regente Divina Ilimitado del Reino de Dios Ilimitado y el Regente Divino Pintura del Corazón del Reino de Dios Rompe Cielo son mis amigos más cercanos. Pero… el hijo de Dian Luohou, Dian Jiuzhi, es considerado el primer portador divino, y la pequeña Caili, ni siquiera hablar de ella, posee una Esencia Divina perfecta, casi milagrosa. Solo yo… En esos años, rara vez salía del Reino de Dios Tejedor de Sueños y apenas me reunía con ellos, realmente no tenía cara para verlos”.

“Cada vez que iba a rendir homenaje al Emperador del Abismo en la Tierra Pura, frente a los otros cinco regentes divinos… Sus miradas me hacían sentir la compasión que me cubría de vergüenza. Por eso, tras cada homenaje, siempre era el primero en irme rápidamente”.

Sacudió la cabeza, recordando la ansiedad y la amargura de aquellos años.

“Hasta hace cien años, cuando tu madre te dio a luz… mi Yuan’er con ocho puntos de Esencia Divina innata”.

Su tono cambió: “¿Sabes lo feliz que fui ese día? La opresión de diez mil años se desvaneció en un instante, y el peso que oprimía mi pecho se desmoronó. Dicen que durante esos días me reía como si estuviera loco”.

Yun Che ya sabía algo de esto a través de los recuerdos que había tomado de Meng Jianzhou.

La madre de Meng Jianyuan era la consorte menor de Meng Kongchan en ese momento, pero era su favorita. Después de dar a luz a Meng Jianyuan, quien poseía ocho puntos de Esencia Divina innata, su posición amenazó indudablemente a la Emperatriz Dios.

Cuando Meng Jianyuan nació, la risa del Regente Divino Sin Sueños resonó sobre el Reino de Dios Tejedor de Sueños durante casi tres días y tres noches. Su amor por Meng Jianyuan provocó los celos de Meng Jianzhou, que casi rechinaba los dientes de rabia ya que antes era el más valorado.

En otras palabras, el odio de Meng Jianzhou hacia Meng Jianyuan comenzó desde el momento de su nacimiento.

“Te di el nombre de ‘Jianyuan’. En teoría, el mundo de los sueños y el mundo del despertar son opuestos. Soñar es ver el abismo; al despertar, uno debe elevarse a los cielos”.

(Jianyuan es algo como mirando al abismo o ver el abismo)

Meng Kongchan levantó ligeramente la cabeza, con una sonrisa en los labios, recordando aquellos días: “Tu nacimiento, lo esperé durante diez mil años. En aquel momento, tú no eras solo mi hijo y el portador divino del reino, sino también una bendición divina, una especie de redención”.

“En aquellos días, deseaba tenerte en mis brazos las veinticuatro horas del día. Incluso cuando Dian Luohou y Hua Fuchen vinieron personalmente a felicitarme, no te solté… Solo tu madre podía sacarte de mis brazos brevemente, pero en menos de un instante ya no podía contenerme y volvía a verte”.

Hablando de ello, el Regente Divino Sin Sueños, quien tenía cerca de treinta mil descendientes, dejó entrever lágrimas en sus ojos.

“Cuando creciste, eras aún más cercano a mí que a tu madre. Aunque los niños pequeños necesitan al menos cuatro horas de sueño diarias, siempre necesitabas que yo estuviera a tu lado al dormir; si no, llorabas inconsolable. Así que durante ese tiempo, yo, el gran Regente Divino, dormía cuatro horas al día, lo que provocó la risa de algunos, jajaja”.

“…” Yun Che bajó la mirada, y no pudo evitar sentirse conmovido en su corazón.

La voz de Meng Kongchan se fue apagando: “Pero no pude protegerte. A tus diez años, ansioso, te nombré Hijo Divino Tejedor de Sueños. Yuan’er, quise darte ese prestigioso título desde joven. Sin embargo, quizás fue ese impulso lo que… te trajo la calamidad”.

“Menos de un año después de ser nombrado portador divino… Ese día era el aniversario de la muerte de tu abuelo. Cuando regresé, ya no estabas… Habías desaparecido del dormitorio de tu madre sin dejar rastro, ni siquiera una mínima señal de tu aura”.

(se imaginan y sigue vivo en realidad el verdadero hijo xD… aunque es probable que los hermanos lo hayan mandado a eliminar)

“Lo único que hallamos fue un tenue rastro de espacio alterado, aunque tras tanto tiempo, se volvió imposible de identificar o rastrear. No obstante, probaba que tu desaparición fue causada por algún artefacto espacial de un alto nivel… No sé hacia dónde te llevaron”.

Meng Kongchan suspiró profundamente. Aunque habían pasado cien años y Meng Jianyuan había “regresado”, su tono aún estaba cargado de dolor:

“En aquel momento, me di decenas de bofetadas, odiándome por ser un Regente Divino incapaz de proteger a su hijo más querido. Mandé a buscarte en todas partes como un loco, y también esperé en el reino alguna noticia… Esperaba, en el fondo, que algún enemigo te hubiera secuestrado para usarlo en mi contra para chantajearme; al menos así sabría que estabas vivo”.

“Pero, no hubo ni una señal. Sin darnos cuenta, ya había pasado un siglo”.

Para ese momento, Yun Che entendió por qué Meng Kongchan tenía un afecto tan especial por Meng Jianyuan.

Porque los momentos de mayor alegría, dolor, arrepentimiento y vergüenza en su vida habían sido a causa de Meng Jianyuan.

Incluso cuando Meng Xianji despertó su Esencia Divina tiempo después de la desaparición de Meng Jianyuan, mostrando un potencial aún mayor, y convirtiéndose en una historia de hijo divino del reino “perdido y encontrado”, Meng Kongchan nunca pudo volver a experimentar aquella intensa emoción y amor paterno.

“Yuan’er, hemos llegado”.

Al pasar por una barrera transparente, apareció ante ellos un patio de decenas de kilómetros.

En el centro se encontraba el majestuoso salón principal, envuelto en luz de ensueño y con una belleza imponente. Su presencia rivalizaba incluso con el Jardín de la Hija Divina de Hua Caili.

“Este es el Salón del Hijo Divino que comencé a construir para ti cuando tenías siete años. Aunque desapareciste, su construcción nunca se detuvo. Y cuando se completó, tú aún no habías regresado”.

Levantó la mano, mostrándole a Yun Che todo lo que estaba frente a él: “Este Salón del Hijo Divino, desde que se construyó, jamás ha sido habitado, ni siquiera alguien ha pisado en él. Porque fue construido por mí solo para ti, y todo aquí solo debería pertenecerte a ti. Durante todos estos años, también ha albergado mis deseos… siempre pensé que algún día regresarías de repente.”

Giró la mirada hacia Yun Che, lleno de emoción: “Mira, al final… ja, ja, ja, ja.”

(ajskajsa fuera yun che ya me sentiría mal por él )

“El profundo amor del mayor Regente Divino hacia su hijo es conmovedor”, dijo Yun Che sinceramente. “Si yo realmente fuera Meng Jianyuan y recuperara mis recuerdos, seguramente estaría lleno de gratitud.”

Meng Kongchan asintió: “Con que digas eso, es suficiente. Lástima que tu madre no pudo…”

Se detuvo en sus palabras y forzó una sonrisa: “Dado que no tienes recuerdos, no hablemos de estos temas tristes. En otra ocasión, te llevaré a su tumba para que la veas, y así ella pueda finalmente descansar en paz.”

Aunque Meng Kongchan no lo mencionó, Yun Che ya sabía, gracias a los recuerdos de Meng Jianzhou, el destino de la madre de Meng Jianyuan.

Cuatro años después de la desaparición de Meng Jianyuan, su madre cayó enferma de preocupación y decidió salir del reino de dios para buscarlo personalmente, pero finalmente murió en el mar de niebla… Sin embargo, Yun Che sospechaba enormemente de la causa de su muerte. Después de todo, alguien que alguna vez amenazó la posición de la emperatriz dios, al perder su apoyo, era muy probable que sufriera algún complot secreto de la emperatriz dios.

Y la emperatriz dios de ese tiempo y actual era la madre biológica de Meng Jianzhou y Meng Xianji.

“Este es el salón principal… este es tu dormitorio… aquí están los pabellones de invitados… y esta área, ja, ja, ja, ¿cómo podría a mi Hijo Divino Tejedor de Sueños faltarle concubinas? Todos estos lugares son para ellas… Y aquí, es el espacio de cultivo reservado solo para ti.”

Yun Che se detuvo, observando el salón interior que emitía una densa energía profunda.

Meng Kongchan, al ver su interés, inmediatamente explicó en detalle: “Dentro de este salón hay un espacio de cien li (aproximadamente 50 km), con innumerables piedras sagradas y cristales de sueños para ayudar a entrenar el alma, y siete capas de barreras aislantes que te permiten entrenar sin restricciones. Las grandes matrices profundas que instalé hace tiempo también están en perfecto estado, lo cual puede ayudarte en gran medida a sanar o a refinar Cristales del Abismo.”

Yun Che dijo: “Mayor Regente Divino, quizás usted lo sepa; he venido aquí para completar una prueba impuesta por el Regente Divino Pintura del Corazón. Así que durante estos cinco años de plazo, tendré que dedicar la mayor parte del tiempo a cultivar. Sin embargo… mi maestro es un individuo recluido, y las habilidades que me enseñó son sumamente inusuales. Siempre me ha advertido que, mientras no esté completamente preparado, jamás debo revelar los secretos que llevo conmigo.”

“Entonces, tengo una petición para el mayor…”

Meng Kongchan sonrió y asintió: “Es bueno que respetes y cumplas con las instrucciones de tu maestro. No hay necesidad de formalidades conmigo. Si no me equivoco, ¿quieres que este espacio de cultivo tenga un aislamiento seguro para que no se revele nada acerca de tu maestro?”

“¡Sí!” Yun Che asintió: “No sé si…”

“¡Ja, ja, ja, no podría ser más sencillo!”

Soltando una gran carcajada, Meng Kongchan dio un paso al frente y extendió el brazo.

¡Swish!

En ese instante, el viento cesó, el aire se volvió pesado y el mundo quedó en silencio. Solo la túnica del Regente Divino Sin Sueños ondeaba, su largo cabello se alzaba, y un poder de dios verdadero fluía lentamente de sus dedos.

Yun Che, a su lado, percibía el fluir de ese poder de dios verdadero de forma calmada, pero la atmósfera emitida por aquel poder era tan intensa que el cielo parecía encogerse y la tierra se estremecía en silencio.

El poder de un  dios verdadero… Yun Che apretó los puños en silencio.

Si un poder así entrara en su propio mundo… en un solo movimiento de un chasquido de sus dedos, todos los reinos se convertirían en polvo.

Incluso si estos dioses verdaderos nunca actúan, su mera existencia haría que las frágiles leyes del reino de dios se colapsaran lentamente por no soportar la fuerza de tal magnitud…

Faltan cuarenta y nueve años…

No puedo permitir que ninguno de los habitantes del abismo ponga un pie en el reino de dios, ¡ni un solo paso!

¡No importa lo que pasé… absolutamente no!

El aura de dios verdadero persistió por casi cien respiraciones hasta que Meng Kongchan finalmente bajó el brazo. En ese momento, el cielo volvió a despejarse, y Yun Che soltó lentamente el aire en su pecho.

Fuera del espacio de cultivo, apareció una barrera de aislamiento de color plata tenue.

Meng Kongchan señaló con su dedo a la yema del dedo de Yun Che, haciendo que una gota de sangre brotara de su dedo y se lanzara hacia la barrera de aislamiento, donde se fusionó silenciosamente.

La barrera de aislamiento brilló ligeramente y luego se desvaneció hasta quedar invisible.

Cuando estaba en reposo, era invisible y silenciosa, pero al ser tocada, liberaría una fuerza de nivel dios verdadero.

Habiendo cumplido con el primer pedido de su “Yuan’er”, Meng Kongchan parecía de muy buen humor. Colocando una mano en la espalda, sonrió: “Así, ya está hecho. Esta es una barrera de aislamiento creada con el poder de un dios verdadero. Nadie, ni siquiera yo, podrá entrar o salir sin tu permiso.”

“He dejado una marca de alma en ella. Si alguien osa romperla, yo mismo vendré a echar fuera a ese tipo audaz.”

“Cada cincuenta años la reforzaré. Ahora, puedes cultivar aquí con tranquilidad.”

En ese momento, Meng Kongchan mostró un leve cambio en la expresión, y volviéndose, dijo con cierta resignación y disculpa: “Yuan’er, la noticia de tu regreso ya se ha difundido, causando un gran revuelo. Debo enfrentar la situación y hacer algunos arreglos. Familiarízate con este lugar… No te preocupes, cada piedra, cada planta de aquí existe para ti, haz lo que desees sin preocuparte por nada.”

Pareciendo evitar que Yun Che le agradeciera nuevamente como a un mayor, al terminar de hablar, ya había desaparecido de su vista.

Solo una última declaración sincera quedó resonando en los oídos de Yun Che: “Yuan’er, sé que tus recuerdos son incompletos y que no puedes aceptar la identidad de ‘Meng Jianyuan’. No hay prisa, no tienes que forzarte. Hace años no pude protegerte como debía, y eso ya es una gran deuda. Ahora que te he recuperado… como Regente Divino, te juro que nunca dejaré que nadie te haga daño.”

“…” Mirando en dirección a la partida de Meng Kongchan, Yun Che sintió una mezcla de emociones.

“Lo lograste otra vez.” Pasó un largo rato desde que Meng Kongchan desapareció, antes de que la voz de Li Suo se escuchara nuevamente.

“Sí… y hasta cierto punto, todo fue demasiado exitoso.”

Mientras hablaba, Yun Che se dirigió hacia el espacio de cultivo. Al tocar la barrera, un resplandor plateado parpadeó, y la barrera se abrió automáticamente a ambos lados. Solo cuando Yun Che entró completamente, se cerró de nuevo, ocultándose en el vacío.

Un espacio de cien li  se desplegó ante él, con luces de ensueño entrelazadas y una concentración de energía profunda que era casi un lujo.

“¿Modificaste la percepción de Meng Kongchan?” preguntó Li Suo.

“Sí.” Yun Che respondió: “Cuando su alma fue atravesada por el contrataque del Alma del Diablo Nirvana, en esa brecha, grabé la idea de ‘yo soy Meng Jianyuan’.”

“El contragolpe a nivel del Emperador Diablo es tal que, incluso siendo un dios verdadero, él nunca podrá borrarlo y probablemente no lo note en toda su vida.”

Este recuerdo implantado por la Alma del Diablo Nirvana haría que Meng Kongchan creyera firmemente que Yun Che era Meng Jianyuan… sin importar cuántas pruebas contrarias surgieran, jamás dudaría ni un poco.

“¿No temes que te descubran?” Li Suo expresó con preocupación. “La percepción de Meng Kongchan puede ser inamovible, pero ¿y los demás? Al final, tu línea de sangre, tu alma… hay muchas posibles fallas fatales.”

“Estás pensando demasiado.” Yun Che no mostraba ninguna señal de preocupación: “En el Reino de Dios Tejedor de Sueños, Meng Kongchan es supremo. Y, en la percepción de todos, ¿cómo podría un Regente Divino de un reino de dios confundir a su propio hijo?”

“Para ellos, aunque duden si sus propios hijos son suyos, jamás dudarán de que el supremo Regente Divino haya confundido a su propio hijo… mucho menos al Regente Divino Sin Sueños, el que posee el poder del alma más fuerte y es el menos propenso a tales errores.”

“Por otro lado, si alguien se atreviera a cuestionarlo, en cuanto planteara una duda, invocaría la ira del Regente Divino. Cualquier prueba de sangre o alma sería impedida antes de empezar. En cuanto a la edad y otros detalles, los he ajustado lo suficiente.”

“Así que, mientras Meng Kongchan crea que soy Meng Jianyuan, nadie dudará que soy Meng Jianyuan. Y los únicos dos que podían cuestionarlo… los dos que  hicieron que  mataran a Meng Jianyuan (Meng Jianzhou y Meng Jingzhe) ya no existen.”

“…” Li Suo parecía haber entendido. Ella volvió a preguntar: “Esa Alma del Diablo Nirvana, parece que… no solo grabaste esa percepción.”

“¡Correcto!” Yun Che asintió, con una mirada fría: “Al perforar un agujero oscuro tan grande en el alma de Meng Kongchan, simplemente grabar un pensamiento sería un desperdicio. Además, dejé *tres sugerencias*.”

“¿Sugerencias?”

“Solo Tres.” Yun Che no explicó más, pero en sus palabras había un leve dejo de arrepentimiento: “Temí que si me excedía, podría llamar la atención.”

Observando este espacio de cultivo solo para él, una leve sonrisa se dibujó en los labios de Yun Che. Nunca había pensado que un lugar por el que pensaba que tendría que luchar tanto fuera tan fácil de conseguir, y mucho mejor de lo que había imaginado.

“Mi plan original era presionar poco a poco a Meng Xianji para que el título de Hijo Divino se inclinara hacia mí, y luego pedirle a Meng Kongchan, de manera gradual, lo que deseaba.”

“Pero nunca pensé que los sentimientos de Meng Kongchan por Meng Jianyuan fueran tan especiales.” Yun Che suspiró profundamente. “No menos que el cariño que Hua Fuchen siente por Caili”

«Además del cariño, también hay culpa». dijo Li Suo.

Yun Che abrió los brazos y cerró los ojos: “Parece que la suerte de este mundo del abismo me favorece.”

Li Suo reflexionó un momento antes de preguntar: “¿Cuál es, al final, tu objetivo con todas estas acciones?”

“Es simple.” Yun Che fue sincero esta vez: “Para evitar que los habitantes del abismo lleguen al reino de Dios, el método más radical sería tomar o destruir el ‘Espejo del Abismo’ que el Emperador del Inframundo usa para abrir el portal.”

“Pero el Emperador del Abismo es demasiado fuerte y está demasiado lejos. Así que solo puedo cambiar el enfoque y destruir una por una las fuentes de energía del ‘Espejo del Inframundo’.”

“¿Pretendes… destruir la fuente divina de los seis reinos de dios?” Li Suo murmuró, aunque parecía no sorprenderse demasiado.

“El Espejo del Inframundo se puede usar cada cincuenta años, y cada vez necesita la energía del Emperador del Abismo, los cuatro sumos sacerdotes  y los siete dioses de los seis reinos de dios.”

Si Yun Che destruyera la fuente divina de los seis reinos de dios, cortaría la transmisión de los dioses verdaderos en estos reinos, y se quedaría sin la energía necesaria para usar el Espejo del Inframundo… aunque no lograra cortarla por completo, al menos retrasaría su activación durante mucho tiempo.

“¡Así es!” Yun Che comentó con calma: “Los reinos Ilimitado, Rompe Cielo y Tejedor de Sueños ya están en mi red. Para el Reino de Dios de la Estrella y la Luna ya tengo un plan. El Reino de Dios de la Mariposa Valiente, que cultiva la energía profunda de oscuridad, aunque no he tenido contacto, debe ser el más fácil de abordar. Pero el Reino de Dios de la Noche Eterna…”

“El Regente Divino Sin Luz de ese reino tiene un carácter extraño, detesta a los hombres y nunca se relaciona con los demás reinos. Es el que más me preocupa, y aún no sé por dónde comenzar.”

En el Reino de Dios de la Noche Eterna, todos los hombres eran esclavos… En un lugar tan temible, siendo hombre, Yun Che sabía que solo poner un pie allí sería extremadamente difícil.

Tendría que abordarlo lentamente en el futuro.

 

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